jueves, 11 de diciembre de 2008

Décimo día: Viaje a Nara y Norte de Kyoto

NARA 奈良
Sábado 17/05/08

Toque de diana a las 06:30 ¡¡Dios, qué pereza!!. Para colmo, Ra hoy se ha levantado algo pachuchilla, asi qué.... Directamente en ayunas corriendo hacia la estación de Kyoto 京都駅. Va a ser nuestra primera experiencia seria de paganini con el tren para ir a Nara 奈良 (en Kamakura 鎌倉 lo compramos en una ventanilla de toda la vida).


Tras las primeras dudas (incluida una entrada-salida en la oficina de la compañía de trenes, sin preguntar nada), nos damos cuenta que en un panel ves el destino y el importe (fare). Nos metemos con la máquina, y tras ponerla en inglés, pulsas ese importe (690 ¥ cada uno) y el número de viajeros. Voilà, tenemos dos billetes a Nara 奈良 (mapa PDF). Ubicada la JR Nara Line 奈良線, una línea local, nos montamos en el tren de las 08.03 acompañados por centenares de colegiales con maletas. Menos mal que logramos asiento. El día tiene buena pinta, el sol brilla con ganas y no hay nubes a la vista. A mitad de camino, con Ra totalmente sopa, se bajan casi todos los colegiales y nos quedamos cuatro gatos. Por fin, algo de espacio.


El asiento reservado para personas mayores y embarazadas, bastante evidente.


A las 09:16 el tren hace su llegada a Nara 奈良 (vídeo). Tras pasar el ticket por el torno de salida (en Japón se debe pasar el billete tanto a la entrada como a la salida) de la estación, hacemos nuestra habitual visita a la oficina de turismo. Al mencionar que somos españoles, la chiquilla nos da un plano en....español!!! (eso si, un español bastante sui generis). Particularmente prefiero seguir con el que me dió Jalpak en inglés-japonés. Tras informarnos del servicio de autobus (una especie de línea circular con trayectos en ambos sentidos) nos salimos de la estación rumbo a la parada, en la misma plaza.




Subimos al bus turístico (City Loop) (la línea naranja en el PDF de todos los buses) de la línea 2 (ruta sentido hacia la izquierda, el 1 va sentido derecha) y bajamos en la N4 Kencho-mae 県庁前. Como anécdota, es el primer autobús en Japón en el que subimos por la parte delantera (si se exceptúa el Limousine Bus del primer día) y se paga en el momento de subir (180¥).



Estamos en el Nara Park 奈良公園, y ahora es cuando le encontramos sentido al otro nombre con el que se conoce, Parque de los Ciervos. A pocos metros de la parada, decenas de ciervos campan a sus anchas por la pradera del parque.

La mentalidad japonesa se representa aquí en los puestecillos que venden unas galletas especiales para darles de comer (150¥). Al principio Ra no se anima a tocarlos, pero con el transcurso del día os aseguro que lo hará. Yo me quedo pensando en comprar uno de esos paquetillos pero al final desisto. Ra, concluye que el sistema es perfecto: los japoneses se evitan el gasto de alimentación y los güiris tienen su foto. Yo creo que es bastante acertada, ¿y vosotros?. Aparte, no hay más que ver como los ciervos se avalanzan sobre el primer incauto que les da galletas. Bastante gracioso es ver al señor del puesto con un bastón apartando a los ciervos para que no le arrollen el negocio.


Nos metemos en el interior del parque hacia el primer templo, el Kōfuku-ji 興福寺 (web). Dentro del mismo recinto se encuentra la Pagoda de Cinco Pisos 五重塔 (la segunda más alta del país). Decidimos no meternos dentro ya que conocemos el percal (enorme recinto y no menos de dos horas para verlo completo) y, al final, no tendremos tiempo de terminar (un poco a la idea de visto uno vistos todos).

Cruzamos la calle Sanjodori 三条通り y por una escalinata bajamos al lago Sarusawa-ike 猿沢池, donde la guía recomienda observar en sus aguas el reflejo de la pagoda. El añadido: las tortugas tomando el sol.


Hechas las fotos de rigor, subimos de nuevo por la escalinata y cogemos la Sanjodori 三条通り hacia la derecha, dirección a la Ichi-no Torii (primera puerta) y continuamos por el paseo (unos 400 metros) que nos lleva a una calle (sin nombre en ningún mapa) por la que circulan los autobuses de la línea circular. Aquí tenemos que elegir entre ir recto al santuario Kasuga Taisha 春日大社 (del cual hemos cruzado la primera puerta o Torii) o el templo Tōdai ji 東大寺. Nos vamos a la izquierda hacia el templo.


Momento "Doctor en Alaska" pero cambiando el reno por un ciervo.


Ya os dije que acabaría por no resistirse y acariciar un ciervo.....
En el paseo que nos lleva hacia la Nandaimon Gate 南大門, lleno de tiendas de souvenirs, Raquel consigue agenciarse unas orejas de ciervo, que acto seguido. se las planta en la cabeza. Por cierto, aquello que os comentamos de los Hello Kitty y Doraemon ataviados con lo característico de cada lugar (a modo de souvenir), pues aquí tenéis al Doraemon vestido de cervatillo, representando a Nara 奈良.

Es curioso pasear entre personas y ciervos, sin que nadie moleste a nadie, con total tranquilidad...


La Nandaimon Gate 南大門, la puerta principal de acceso al complejo...


....con los guardia-demonio custodiando la puerta.


El lago Kagami-ike, llegando a la segunda puerta, Chuu-mon (o puerta central).

El templo Tōdai ji 東大寺 (entrada 500¥) nos deja impresionados con su enorme tamaño (según la entrada, fachada 57,01 m, profundidad 50,48 y altura de 48,74 metros). En su interior alberga el mayor Buda (Daibutsu) con sus casi 15 metros (la entrada dice que 14,98). Actualmente, el complejo es un tercio del tamaño del original, destruido en sucesivas guerras e incendios.


El agujero de la columna de madera, al parecer, lo atraviesan para tener suerte en la próxima vida (una especie de asegurarse el Cielo).



A la salida del edificio principal, nos encontramos con la madre de Norman Bates, en opinión de Ra.

Una vez fuera, nos vamos hacia la izquierda, en búsqueda del santuario Kasuga Taisha 春日大社.

Continuamos ruta, a buen ritmo por cierto. Hacemos unas cuantas compras en las tiendas que hay frente al acceso del Monte Wakakusayama 若草山 (342 metros), entre ellas la cortina japonesa (Noren 暖簾) que tenemos en el pasillo de casa.



Son casi las once de la mañana, por lo que toca hacer el temtempie. Parada en una combinación de bar y tienda de ropa. Ra, aun sigue con los cuernos puestos, y en un momento raqueliano que le da de vez en cuando exclama la frase "¡Qué bien me sientan los cuernos!". Queda a la libre interpretación del lector pero yo me quedo un poco traspuesto con la frasecilla de marras. Salimos del café-tienda de moda en el que almorzamos y nos bajamos la escalinata.


La siguiente foto, me da pie para contaros a que se debe a que las mujeres siempre vayan con paraguas (o sombrillas). Simplemente, en Japón 日本 el moreno no es bello, la piel blanca si.



Seguimos la ruta, cruzamos un puentecillo y nos metemos en el bosque que rodea el santuario de Kasuga Taisha 春日大社.


El camino esta bordeado de linternas de piedra, de toda forma y tamaño.....fantástico. Creo haber leído, no os lo puedo confirmar, que cada linterna representa a un monje fallecido del santuario.


Es aquí cuando al fin me decido y compro las famosas galletas. No las acabo de tener en la mano y ya estoy rodeado de ciervos por todos lados. Ante las risas de Raquel, no me queda más remedio que ir en plan cangrejo, o sea, marcha atrás, mientras voy dandoselas a las fieras. Alguna, incluso, se decide a inspeccionar mis bolsillos.

Ya en las cercanías de la entrada al santuario.... y Ra aun con los cuernos.


Llegamos al santuario de Kasuga Taisha 春日神社 (entrada 500¥). Es un edificio de madera de color anaranjado, lleno de linternas (dicen que es impresionante verlo por lo noche iluminado con ellas).

La mañana va tocando a su fin. Iniciamos el regreso, no sin despedirnos antes de los ciervos que nos han acompañado durante la estancia, y abandonamos el santuario. Nos dirijimos hacia la parada de autobus, para volver a la estación de tren. En el camino, antes de abandonar el parque, encontramos esta fuente y alguna casa de té.


Ahora toca coger el bus número 1, parada N8 Kasuga Taisha Shrine Omotesando 春日大社表参道, para volver a la estación. Horror, esta a punto de irse, toca sprint..... y a estas alturas podéis imaginar como nos sienta (especialmente a la pobre Ra). Ya en el andén de la estación, esperando el expreso de las 13:30 directo a Kyoto, el señor mayor de turno nos empieza a dar palique en inglés. Como servidor de inglés "nothing de nothing", Raquel se tiene que comer todo el marron ella sola. Menos mal que al cabo de unos minutos aparecen dos chicas, las típicas guiris rubias, las cuales caen en la red del amable señor, momento que aprovechamos para darnos a la fuga.


Tras 45 minutos estamos de vuelta en la estación de Kyoto 京都駅. Ra aprovecha el trayecto para echarse una cabezadita.

Aprovechamos el bus del hotel (gratuito) para dejar los souvenirs (los últimos, esta vez si), papeamos los dos rollos de arroz sobrantes de ayer (no hay tiempo para comer). A la salida, puedo admirar estas dos "peazo" bellezas en la puerta....

Salimos a las 15:15h para pillar un taxi que nos lleve al templo Ginkaku-ji 銀閣寺 (o Templo de Plata). Chasco, esta de reformas desde febrero de 2008, al menos podemos ver los jardines (llenos, eso si).

Una vez rodeado el jardin de piedra, vamos hacia el estanque...

...para pasar a la zona del jardín de musgo (moss garden). Como curiosidad, tienen expuestos los distintos tipos de musgos que veremos durante el paseo.


Salimos del Ginkaku-ji 銀閣寺, y yo aprovecho para comprarme un helado de cereza. Aquí los sabores que triunfan, aparte del té verde y de la cereza, son la uva (hay hasta Fanta) y la banana.



Nos encaminamos hacia el Tetsugaku No Michi 哲学の道 (en inglés, Philosopher's Path, y en castellano, paseo de los filósofos), y ya de paso, aprovechamos a llamar a Rafa por su cumple. La verdad es que todo Kyoto es delicioso con sus jardines y paseos arbolados, hace una magnifica temperatura y aunque ya duelen los pies, pesa mas lo agradable del momento.


Una cosa, no hay ningún bar en el trayecto (alguna que otra vending machine, no demasiadas) ni comercio ni tienda. Así que entrad con bebida, ya que el paseo, muy agradable, es largo y si lo hacéis en hora de calor pues........



Por fin averiguamos que es el "topo" que nos encontramos por todo Kyoto 京都. En primer lugar, no es un topo, sino un perro mapache. En Japón 日本 se le llama Tanuki 狸 y en la mitología nipona representa un animal-espíritu travieso, con capacidad de adoptar forma humana, y cometer travesuras.


Al final del Paseo de los Filósofos 哲学の道 (no me extraña que se llame así, cualquiera puede pensar o filosofar en este entorno) cogemos un taxi con dirección al Castillo de Nijo 二条城, a pesar de que el taxista nos advierte que a estas horas (las 17.15) ya estará cerrado. Seguimos comprobando la enorme utilidad del mapa bilingüe (señalando), así nos enteramos todos.



El tema de los taxis en la ciudad es bastante peculiar. La bajada de bandera (alrededor de los 640¥) depende de la compañía a la que pertenezca el vehículo (varia en unos 20-40¥). Una vez en marcha, el taxímetro no empieza a contar hasta pasado un buen rato (no exagero si os digo 5 minutos) que es lo que cubre ese importe.



Llegamos al Castillo, evidentemente ya cerrado, y damos una vuelta para ver las murallas de fuera. Al menos podemos decir que lo hemos visto (por fuera). De paso, aprovecho para ver los cochecillos que tienen por ahí (la afición a los coches me pierde...)



Nos pasamos por un Lawson (un konbini コンビニ) cercano, a coger la tradicional bandejita de comida para cenar y emprendemos el camino hacia el hotel, primeramente caminando pero luego decidimos coger otro taxi porque esta más lejos de lo que parece. Aquí Ra posando delante la estación de bomberos.



Llegamos, ducha, tetris con las maletas porque no hay manera de que entren todas las cosas que hemos comprado, cena y a dormir que mañana toca viaje de nuevo, el lamentable triste regreso.



Enlaces de interés:

Nara

Nara (web oficial); Nara City Web; Viaje a Japón; Japan Guide; Revista Nipponia, articulo acerca de Nara; Sacred destinations; PDF Rutas y Nara Walks; Turismo Nacional de Japón; Yokoso Japan: Nara

Historia

Arte en Japón: Los períodos Nara y Heian; Historia de Japón (Wikipedia)

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