VIAJE A JAPÓN 日本: Noveno día: Ruta por las colinas

KYOTO 京都
Viernes 16/05/08

Hoy nos levantamos a las 7, es decir, tarde (empezamos a acusar el cansancio). Como hemos decido definitivamente dejar la excursión y centrarnos en acabar de ver Kyoto 京都, avisamos en la recepción del hotel, donde Ra se queja de que no la entienden con su inglés, aunque yo por señas me apaño bastante bien.

En el hall del hotel hay un grupo de españoles, asi que decidimos pasar a toda leche (para evitar los posibles interrogatorios). e ir hacia la plaza de enfrente de la Kyoto Station 京都駅, donde se encuentran la mayor parte de las paradas de autobús y el Cafe Veloce.

En Kyoto 京都 hay metro 京都市営地下鉄 (pdf) pero resulta poco operativo, como ya he comentado anteriormente, por lo que os recomendamos el autobús. Éste se coge por la parte trasera (recogemos ticket) y se paga al abandonarlo por delante. Aquí podéis verificar el procedimiento y bajaros el mapa de rutas. Hay tres líneas de bus turístico (Raku Bus) que te llevan por toda las zonas de templos y santuarios repartidos por la ciudad. Hoy toca ruta por las colinas que dominan la parte Este de la ciudad (la denominada como zona de las colinas).

Me toca a mi comprar el abono de autobús de un día, a 500¥ (creo que Ra se ha mosqueado conmigo por el tema lingüístico y mi vacile del lenguaje por señas) y la verdad es que no he tenido ni que abrir la boca. Nos metemos en el autobús Raku nº 100 que lleva a todos los templos (mejor dicho, en la cola del bus) que por cierto va a presión.

Menos mal que nos bajamos en la segunda parada, la Hakubutsukan Sanjusangen-do-mae 博物館三十三間堂前, ( en el templo Sanjūsangendō 三十三間堂 (denominado por Alfredo como “Sanjenjo”) -mapa guia zonal-.

El templo Sanjūsangendō 三十三間堂 (600¥ la entrada) es el templo de madera más largo del mundo (125m) y contiene el Kannon de los mil brazos armados, flanqueado por 1000 figuras de menor tamaño del mismo, realizadas en madera de ciprés japonés. De ahí el nombre con el que se le conoce también: el templo de los 1001 budas. Es una auténtica pasada ver todas esas figuras dispuestas en 10 filas y 50 columnas. Por cierto, abstenerse de hacer fotos, esta prohibido.

Ra va leyendo todos los carteles y pone una vela al buda, perdón, al espíritu que vive en el incienso (creo que era encargo de la mamma), por lo que yo me voy adelantando...cuando un monje (o eso supongo, un tio calvo todo vestido de naranja no puede ser otra cosa) me pega un toque en la espalda y me indica (con las habituales señas) que mire a través de una mirilla de un "trasto" y le de a una manivela. Era un mandala, que al girar parecía me daba la sensación de haber tomado LSD o cualquier psicotrópico: menudo colocón (compré uno en la tienda je je).

El templo Sanjūsangendō 三十三間堂 también es conocido por el concurso anual de tiro con arco japonés, llamado Tōshiya 通し矢 , que se celebra en sus instalaciones desde el período Edo 江戸時代.

Salimos a la Shichijo-dori 七条通 (por cierto, mide casi 7 Km de largo) pero al ver el bus Raku nº 100 a tope optamos por subir a pata hacia el área propiamente de Higashiyama 東山区 (Kyoto Walks, página 2). Esto es un grave error, como vamos a comprobar más tarde. Seguimos el mapa ya que pensamos que nuestra segunda meta esta ahí cerca, pero con la solana y el calor pronto vemos que deberíamos haberlo cogido (aparte de la pérdida del necesario tiempo).

Tras una buena caminata, llegamos al cruce con la Gojo-Dori 五条通, y tras pasar por debajo del puente, giramos por la primera calle a la izquierda, pero, en vez de coger la buena, la Gojozaka 五条坂, nos metemos en la paralela que da más curva y.....para rematar, toca escalinata para llegar al templo Kiyomizu-dera o Kiyomizudera 清水寺 (el templo del agua). Una cuesta de la leche y un calor de pelotas (nos acordamos de Alfredo y Sagrario, que lo habían hecho en Agosto del año pasado). Si váis en el Raku 100, la bajada es Gojo-zaka 五条坂 o Kiyomizu-michi 清水道. Para remate del tomate, al llegar, esta todo aquello lleno de colegios, (según Ra, es la semana internacional de la cultura en los colegios) con críos uniformados por todos lados.

El templo Kiyomizu-dera 清水寺 (vídeo) esta construido sobre una cascada, la Otawa no taki, y sostenido por 139 pilares de madera.

Vista de la ciudad desde el Kiyomizu-dera 清水寺, entre otras cosas, se ve la Kyoto Tower 京都タワー.

Al salir, cogemos la calle buena, Gojozaka 五条坂 que esta hasta el mástil de gente y tiendas, pero, de repente, Ra ve un cartel que pone Coffee Shop en la 2F (2ª planta) donde se puede fumar y todo...al ataquerrrrr......

Subimos y es un paraíso. Un café occidental con música de jazz, en la mesa el cenicero con el mechero puesto. Ha sido como encontrar otro jardín zen, remanso de paz en medio de la algarabía generalizada; una café pequeño pero súper agradable rodeados de discos de jazz, fresquito y además con una tarta de queso impresionante, la verdad es que después de 10 días escuchando “Candy, Candy” se agradece esta parada y fonda. Otra cosa, la espuma del café viene con dibujito incluido, todos los detalles de perfeccionismo de esta gente adaptados a occidente, apto para guiris.

Tras los 2000¥ (12€) mejor gastados hasta la fecha, salimos otra vez en medio del gentío. Seguimos la ruta marcada por la guía que nos dieron los de Jalpak (video). Al llegar al punto donde cruzan la calle Gojozaka 五条坂 y la Kiyomizuzaka 清水坂 (video), nos encontramos con la primera de las escalinatas, la Sannenzaka 三年坂, y a unos metros, la segunda, llamada Ninenzaka 二年坂. Estas dos calles estan llenas casas tradicionales, todo plagado de tiendas para turistas, pero os lo recomendamos la zona.

Un estanque con peces en un rinconcito de nada, vamos, el espacio que queda entre la fachada y la acera de la calle. No dejan de sorprendernos con el aprovechamiento del espacio.

Al final consigo en una tiendecita mi gato de la suerte. En el recorrido veo a una pareja que va vestida al modo tradicional japonés. Aprovecho y les paro amablemente para que Ra les haga una foto, a la cual acceden sin ningún problema.

La ruta, un pelín larga hasta el Templo Chion-in 知恩院, pero vale la pena. Para variar, y como pasa en España, se me caga un pájaro en la gorra.

Casi llegando, atravesamos el Maruyama Park 円山公園, justo detrás del Santuario de Yasaka 八坂神社 (no entramos ya que no nos lo indicaron en Madrid la gente de Jalpak). Ahí hacemos una pequeña parada junto al estanque.

Llegamos a templo Chion-in 知恩院, donde los primero que vemos es la inmensa puerta de acceso al complejo.

Traspasada la puerta, otro tramo de escalera hasta llegar a la gran explanada donde se encuentran varios edificios. La cara de la anterior foto, por supuesto desaparece al llegar arriba.

Mientras Ra se mete a ver una ceremonia budista, eso si, paso previo de quitarse el calzado, servidor aprovecha para hacer unas fotos y seguir con el diario. El interior del templo es un espacio enorme lleno de cómodas esterillas por el suelo, en el centro un buda, pero lo que de verdad inunda cada rincón y cada esquina son los mantras que repiten una y otra vez un grupo de cinco o seis monjes. No puedo evitar sentarme, cerrar los ojos y dejarme transportar con esa cadencia grave que conllevan los mantras, comienza uno de los monjes con una letania indescifrable, la repite un par de veces, después el resto la recitan hasta la saciedad, con esas voces graves que hacen desaparecer todo lo que puedas tener en la cabeza, sólo la nada y una muy agradable sensación de flotación que tiene a bien acompañarme toda la tarde.

El incensario, aquí tienes que atraer con las manos el humo del incienso hacia ti, para que te purifique.

Raquel sale “ligera”, como ella dice, de la ceremonia. Bajamos la escalinata y nos metemos en un jardín de paganini (para variar) donde a Ra se siente algo indipuesta (suponemos que el calor). Se llama Yu-Zen Garden. La entrada, además, es para otro jardín, el Hojo Garden, pero hay que volver a subir, y como no tenemos cuerpo para hacerlo, pasamos.

El lago o estanque con la isla y el puente típico del jardín japonés, pero en vez de agua con gravilla.

Son las 14:00h aproximadamente. A partir de aquí el camino no es tan bonito, son casas modernas y tiendas “de estilo”. Cruzando la Sanjo-Dori 三条通, a Ra no se le ocurre otra cosa que pararse enmedio del paso de cebra (menos mal que ahí son muy civilizados en tema de circulación) para hacerle una foto al camión. Debido al riesgo que entrañó, pues que menos que colgarla, ¿no?.

Seguimos por la Jingu michi 神宮道, y justo en el cruce con la Niomon Dori 仁王門通, entramos en el 7-Eleven a comprar papeo, osea, bandejita, por supuesto. Nos ponemos a comer en la misma puerta (ya que extrañamente no hay papeleras por la calle), pero debe de ser habitual, puesto que es lo que hace todo el mundo, vamos, que no comemos solos.

Momento de gran decisión, con la manía japonesa de cerrar a las 17:00h ya que no hay tiempo de ver todo lo previsto. Dudamos entre el santuario Heian 平安神, del cual vemos la Torii de acceso justo ahí al lado, sólo cruzando el puente del canal y el templo Nanzen-ji 南禅寺, que pertenece a la ruta norte de las colinas (zona este de Kyoto 京都). Como el primero lo tenemos ubicado, y en el plano parece el Nanzen-ji 南禅寺cercano, nos decantamos por éste. Otro error a sumar a la lista del dia, ya que andando no estaba tan cerca. Vamos por la Niomon Dori 仁王門通 bordeando el canal, donde en la otra ribera se encuentra el Zoo, hasta llegar al cruce con la calle, cuesta arriba, que nos conduce hasta el templo. Al llegar, tras media hora, otro pedazo complejo, inundado de edificios.

Un pelín hartos de templos, nos metemos en un pequeño jardín (pagando) que esta justo a la entrada, llamado Tenjuan Garden. Casi sin casi gente, disfrutamos de unos momentos de relax que nos vienen divinamente, ya que estamos agotados. Para colmo, el jardin es de los mejores que hemos visto hasta la fecha (basta con ver las fotos).

Lo primero, un fantástico jardin zen (karesansui 枯山水) donde aprovechamos para sentarnos un rato, sin nadie alrededor, y disfrutarlo (como hubieramos querido hacer en el Ryoan-ji 龍安寺.

Esta puerta nos conduce a la parte trasera del jardin, al estanque.....

Foto sin bicho.

Foto con bicho

Ahora si que tenemos que decidir entre ver Heian 平安神 o dar una vuelta por Gion 祇園 de día, ya que ayer por la noche no pudimos verlo bien. Optamos por el primero, asi que toca cruzar el puente sobre el canal e ir al santuario de Heian 平安神, ya que así mañana solo tendremos con horario el Pabellón de Plata (Ginkaku-ji 銀閣寺), el Castillo Nijō 二条城 y el antiguo Palacio Imperial 京都御所 (este ya descartado ya que hay que hacer reserva para poder entrar). La parada de bus para el santuario es la Kyotokaikan Bijutsukan-mae 京都会館美術館前.

La Torii de Heian (Oo Torii) con sus 24.4 metros de altura es la más grande de la ciudad.

Llegamos al Santuario Heian 平安神 que nos recuerda más un templo chino. Raquel tiene dos encontronazos con, creemos, unos malasios (cotorras como los llama ella). El templo en si no mola mucho, un enorme patio rodeado de edificios de madera de color naranja.

A mano derecha vemos la entrada al jardin, así que pagamos los 600 ¥ y probamos a ver que hay (los jardines son algo seguro, no decepcionan nunca).

Jardin fantástico, con estanques y una flora espectacular pero aun nos aguarda una grata sorpresa: al llegar la parte del lago, hayamos un puente cubierto hecho de madera que lo cruza de lado a lado.

Nos sentamos ahí a ver los peces y las tortugas. Me fijo en que un crío (con el uniforme del colegio, para variar) que mete 50 ¥ en una caja que hay a nuestro lado y saca algo parecido a un trozo de pan. Al vérselo tirar a los peces nos damos cuenta de que es para darles de comer. Ra mete los 50¥ y el cacho de pan resulta ser como una especie de corteza, de esas de bolsa, en forma de turutu. Ra se lo va tirando a los peces y tortugas que se tiran como bestias. El resultado lo podéis ver en las fotos.

Son las 17:00h y toca volver. Pillamos de nuevo el RAKU 100 (autobús turistico) hacia el hotel. Al final no amortizamos el pase ya que con tres viajes hubiera bastado. Ra y yo logramos asiento pero en la siguiente parada sube una señora mayor con un carrito, y evidentemente, tras ayudarla a subir, le cedo el sitio. Dos chicas jóvenes, que van detrás, se rien como si no fuera algo normal. Ra intenta cederme el suyo pero prefiero ir de pie ya que si me siento, no me levanto.

Llegamos a la estacion de Kyoto 京都駅, ya solo restan dos manzanas hasta el hotel. Vemos que el 206 nos puede subir a Gion 祇園 más tarde (se supone que acaba a las 22:00h, mientras que el Raku, en la parada del santuario Heian 平安神 ponía que el ultimo pasaba a las 17:29h). Mientras andamos hacia el hotel, Ra se fija en la forma de andar de una chica y no se explica como no tropieza ya que pasa los pies muy juntos al andar, uno delante de otro (parece la forma habitual de caminar de las mujeres en Japon 日本).

Por fin en el hotel, paramos en la boutique de alimentación a pillar la cena. A la espera del ascensor, en un hall lleno de gente, nos encontramos otro grupo de españoles recien llegado (Ra dice que llevan bolsas de viaje de El Corte Ingles). En la puerta de la habitación nos encontramos una nota bajo la puerta confirmando la cancelacion de la excursión; nos duchamos y ponemos un poco de orden.

Al final no vamos a Gion 祇園, no podemos con nuestra alma. Descubro que uno de los botones del w.c. es un secador, para después del tema de los chorritos. Ra, a petición de un servidor, se pone la yukata del hotel aun sin estrenar y yo, tras la ducha y afeitado (por primera vez en japon) estreno el albornoz. Estamos los dos, especialmente yo, rojos del sol. Toca untarse de crema Nivea. Tambien escribo las ultimas postales. Ra, no se si de coña, dice que me he imbuido del espiritu japones (vamos que me he puesto a ordenar todo) y que a ver si en Madrid me dura, ¿qué insinuara?. Estrenamos la tele, que tiene debajo una especie de video. Resulta ser de esos cacharros con menu que estan de moda en los hoteles. Dejamos el canal relax (Ra se queda frita antes de las 22:00h) y yo hago mis ultimos recados. Toca dormir, que mañana viene Nara 奈良 y acabar con lo que se pueda de Kyoto 京都 por la tarde. Buenas noches.